Hoy entra en la escuela un nuevo príncipe, (piano) de momento llega dando ruido, ¡como debe ser!
Lo hemos desembalado esta madrugada, los transportistas han llegado a las 3.30 y han terminado a las 5 pero de la madrugada, como digo ha dado ruido.
Pianissimo cuenta con un instrumento más con el que compartir alumnos y partituras. Seguro que pasaremos muchas horas juntos.
El nuevo instrumento sustituye al viejo Furstein de mi querido marido. La primera vez que puse las manos sobre las teclas del Furstein fue hace casi 20 años, cuando Alfredo y yo éramos novios. Yo andaba con 9º de piano entre manos y a mi viejo Offberg tuvieron que hacerle una reparación en el mecanismo. Después, hace ya 11 años, lo llevamos a la escuela y hasta hoy nos ha servido de maravilla.
Ultimamente su voz se mostraba chillona y parecía cantar solo música del Oeste, su mecanismo también empezaba a resentirse fruto del paso de los años.
En fin, al viejo Furstein le ha llegado la hora de la despedida y es inevitable mirarle por última vez, acordarse de las horas vividas y todo lo aprendido gracias, por supuesto también al esfuerzo que hicieron nuestros padres para poder comprar un PIANO DE VERDAD y a la paciencia de nuestros hermanos y vecinos.
Es inevitable mirar al viejo piano con 30 años y ver mucho más que un mero mueble.
Veremos si este nuevo piano da la talla.
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